lunes, 21 de noviembre de 2011

CAP III 'LA NOCHE EXTRAÑA' (fragmento)



"Muchas cosas espeluznantes pasaban en esa calle. En especial, en ese asentamiento. Y siempre a la misma hora, alrededor de las tres de la madrugada. Todas las noches cuando las luces estaban apagadas y todos dormían, los habitantes del asentamiento oían ruidos en sus pequeños apartamentos. Ruidos de platos y cubiertos en los cajones y alacenas, muebles q' se mueven. Los inquilinos siempre intentaban ignorar esos ruidos q' eran seguidos de fuertes golpes en la ventana de sus dormitorios... Y hasta veían una sombra, una fugura oscura q' se paraba con todo su peso sobre la cama y luego se desvanecía imposiblemente..."

En la calle era común escuchar voces espectrales q' venían del oscuro baldío contiguo. Alteraban a los perros y a los vecinos de la zona. El anciano propietario q' vivía con ellos les había confesado, luego de mucho recibir quejas, q' hacía muchos años q' convivía con eso en el edificio. Nunca nadie había resultado lastimado. 


Ahora estaba muerto. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

CAP. III 'LA NOCHE EXTRAÑA (fragmento)



La noche extraña, las luces encendidas a deshora; los vecinos estaban todos en la calle. El pesado camión de bomberos vacío con el habitáculo oscuro, estacionado en el playón de ripio y cemento junto a las cocheras de chapa y árboles nocturnos, unas farolas solitarias de luz pálida. Un oficial de la policía con su handy hablaba muy seriamente. Pedía refuerzos. Contestaba preguntas de rigor sobre los detalles de la situación. Llegaron los patrulleros y la ambulancia destellando de azul y rojo iluminando el entorno tenso.

Podía respirarse el profundo miedo de los vecinos inusualmente callados. Algo muy grande había pasado. El primer llamado lo había hecho una vecina q' despertó asustada con los ruidos y los gritos; q' encendió la luz cálida de su habitación pequeña y miró por la ventana q' daba al pequeño asentamiento iluminado de departamentos dobles adornado de jardines. Todavía se podía ver la ventana solitaria desde la oscura vereda de en frente, de árboles y casas ensombrecidas. De entre los vecinos levantados, ella fue la q' se animó a hablar con los uniformados. Y ella fue la primera en explicarles lo q' pasaba:

"Muchas cosas espeluznantes pasaban en esa calle. En especial, en ese asentamiento. Y siempre pasaban a la misma hora, alrededor de las tres de la madrugada..."